TAO

90'
2-7 jug.


Seguimos con salas a las que hemos tenido la maravillosa oportunidad de poder ir a jugar en más de una ocasión. Y esta vez no solamente uno del equipo, ¡Sino tres personas! Que tres jugadores quieran repetir una misma sala ya dice muchísimo de ella, pero aún así vamos a entrar a analizarla con mayor lujo de detalles.


En un mundo escapista en el que la mayoría de propuestas van de salvar el mundo o la humanidad por fin una se atreve a ser original y apostar no por el miedo, no por el suspense ni por la aventura sino por… ¡El humor! Y no creáis que es fácil crear adrenalina (tan necesaria para los escape rooms) haciendo reír. Sin duda, pero, eso es algo que Martí y su equipo consiguen siempre en todas sus propuestas, a cada cual más loca (ya haremos en otra ocasión un repaso a su primera sala Can Farigola, en la que quien escribe estas líneas tuvo el lujo de poder trabajar una buena época).


La escenografía del escape, además, es increíble, y lo será especialmente para todos los amantes de la cultura asiática y, especialmente, japonesa. Una escenografía tan lograda que fue necesario que el equipo de Martí viajara a Japón para aprender realmente como recrear su cultura de manera fidedigna… ¡Y vaya si lo consiguieron!


En cuanto las pruebas solo decir que son propuestas nunca vistas en otras salas, cada una más divertida que la anterior hasta llegar al gran clímax final del que no haremos ningún spoiler pero creednos si decimos que vale la pena llegar y disfrutar con calma de ese gran final.


Y qué decir de los game másters… En nuestra segunda visita a la sala tuvimos el lujo de poder jugar con Toni. Solamente decir que, al saber que ya habíamos estado allí antes, nos preparó un conjunto paralelo de pruebas expresamente para nosotros que nos dejó maravillados, ya no solo por las pruebas que creó sino especialmente por la motivación e implicación con la sala que tiene el game master al prepararnos y darnos este regalazo que no olvidaremos. Da gusto para una sala contar con profesionales así.


En resumen, una más que excelente experiencia. Tal vez incluso la vayamos a jugar por tercera vez. Y eso muy pocas veces se puede decir de una sala…